Me resulta imposible calcular cuántas veces, durante mis años como barman, habré preparado y servido el que debe ser el cóctel estrella: el Mojito. Alrededor del 70% de clientes que entran en un bar no sabe que va a consumir; y de entre estos clientes, los que no entienden de coctelería, suelen acabar pidiendo un Moijito.

Imagen de Lily & Val
Pero reconozcámoslo, los bartenders nos hemos cansado de él y hace tiempo que no lo valoramos como antes… ¿Cómo es posible que el producto más demandado por nuestro público sea el peor aceptado entre los profesionales? Ésa es la paradoja del Moijito.



Historia mítica del Mojito

Y eso, a pesar de las leyendas de su origen, que nos transporta al Caribe del siglo XVI, con su luz brillante, su tierra paradisíaca... y sus costas llenas de corsarios y piratas. Según explican los compañeros de El Centro Cubano, entonces se llamaba Draque o Draquecito porque fue el pirata Sir Richard Drake, al servicio del famoso Capitán Sir Francis Drake, corsario de la corona inglesa, quien se puso a mezclar ingredientes hasta que dio con la fórmula mágica.

Entonces el destilado que se usaba era el aguardiente, ni siquiera llegaba a ron, pero ya era más que suficiente para cumplir su función etílica. Un poco de agua para diluirlo; un poco de lima para, quizás aún por ensayo-error y sin saber muy bien por qué, combatir una de las enfermedades que hacía caer como moscas hasta a los más feroces marinos: el escorbuto, ocasionado por la falta de alimentos frescos y vitamina C durante las largas jornadas en alta mar. Menta para refrescar la combinación y azúcar "para poder tragarse todo aquello". Según cuentan, se usaba como brebaje medicinal y Drake lo tomaba después de cada batalla. Un tipo listo, si me preguntáis (y si me olvido por un momento el pequeño detalle de sus negocios de tráfico de esclavos... en fin).

Quizás fueron estas propiedades las que acabaron por cambiar su nombre hasta llegar al Mojito de hoy. Ya sabéis, por aquello de que el "mojo", en la tradición africana de los negros esclavos de esas tierras, puede significar, como apuntábamos antes, a "poción mágica" o "conjuro"... es fácil pensar a qué clase de magia puede hacer referencia. Otro posible origen menos místico de su nombre es que "mojo" es el nombre de la mezcla de limón y ajo que incorporaban los criollos cubanos a sus guisos de carne. Jamás despreciaré un buen asado, y menos de esas latitudes que traen recuerdos de mi infancia... pero reconozco que las connotaciones mágicas del Mojito tienen bastante más encanto; no hay más que imaginarse una espléndida noche caribeña, con su mar, su música y sus estrellas, y pensar en beber magia líquida o en sentir aliento a ajo... con todos mis respetos, no hay color.

Imagen de malaspinaclub.blogspot.com


En fin, los siglos pasaron y llegamos a la Cuba de Hemingway, con su máquina de escribir, sus noches sin fin en La Habana y sus conversaciones Bodeguita del Medio. El señor Ernest bebe ya ron en su Mojito ("Mi Mojito en la Bodeguita, mi Daiquirí en el Floridita", dicen que decía... no perdía el tiempo, el señor Ernest) y lo populariza en todo el mundo.

Y así llegamos hasta hoy, cuando el Mojito es el cóctel por el que se deciden muchos de nuestros clientes de cada noche, sin atender a diferencias de sexo o edad, y especialmente extendido entre el público menos conocedor de la coctelería. También es habitual que los no profesionales se atrevan a prepararlo por su cuenta,, ya que compensa enormemente su relativa facilidad de elaboración con los resultados que se pueden obtener.

Imagen de Moisés Polanco

Aquí tenéis su receta más extendida.

El Mojito, como concepto, de moda

Confieso: me resulta abrumadora la cantidad de bares, restaurantes, negocios y productos que lo utilizan, así como las recetas y formas que usan, anunciando cosas del tipo "¡la fusión fría de sabores!" o "¡La nueva textura imposible!".

Por si fuera poco, de un tiempo a esta parte, la moda del Mojito ha traspasado estos límites para colarse en otras esferas inimaginables. Incluir la palabra "Mojito" a un producto, sea cual sea, le añade las connotaciones de las que hemos estado hablando, a costa de, en mi opinión, desvirtuar al propio cóctel e, incluso, a la Mixología en general... Muy poderoso debe ser el Mojito, porque de lo contrario no encuentro explicación a estas barbaridades que he encontrado:


Helado de mojito
Imagen de Centralpack.es


Pepsi Mojito
Imagen de elhappyhour.com
Cosméticos de Mojito
Imagen de maarilosweet.blogspot.com.es
Chicles de Mojito
Imagen de miguelcasado.es
Papel de fumar, de Green Dragon Grow

Lays Mojito
Imagen de cobayahumano.com
El helado puede tener un paso, de la Pepsi qué os voy a contar, los cosméticos me sorprenden lo justo, los chicles... en fin... el papel de fumar puede tener su gracia... pero PATATAS FRITAS... ¿en serio? Me entran ganas de llamar a una panda de piratas fieros y sin dientes o a Mr Hemingway en su hora feliz para que les dejen las cosas claras...

Pero en fin, fuera de bromas; si lo han hecho se habrán basado en sus estudios, pensando en sus clientes y en su demanda... que es lo que hacemos los profesionales, al fin y al cabo. Así que si en una noche normal tenemos que servir todos esos mojitos... pues así será, faltaría más.

Variaciones del Mojito

Sin embargo, entre tanta rodaja de lima y tanta hojita de hierbabuena, he recopilado algunas recetas de, sí, Mojitos... pero con un poco de innovación en ellas. Creo que, aparte de añadir un poco de novedad en nuestras jornadas tras la barra, pueden ser buenas recomendaciones a nuestros clientes menos expertos, ya que pueden atreverse a probar algo nuevo sin temor a perderse entre tanto cóctel que desconocen dentro de nuestras cartas y partiendo de una bebida familiar y de confianza como es el Mojito de siempre. También es una receta apta para que preparéis los amigos no profesionales... ya veréis que es facilito y podéis quedar estupendamente.

Aquí os dejo algunas de ellas, explicadas y razonadas.





En fin, éstas son las variaciones del Mojito que os propongo. No es por nada, pero creo que merecen más la pena que esas patatas fritas... Y vosotros, ¿tenéis alguna variación interesante del Mojito? ¿O sois de los que el clásico os sigue fascinando?

Si os parece bien, aquí nos veremos cada semana a partir de ahora. Bienvenidos a mi coctelería. ¡Salud!