El universo del café es tan amplio como queramos explorar. En la True Coffee Experience me reuní con profesionales del gremio y tuve acceso a nuevas y originales ideas. Aunque lo nuevo a veces es revisitar lo clásico y darle una vueltecita.

Keep Cup
Imagen por Moisés Polanco

El público que bebe café es tan heterogéneo como sus variedades: los que lo desayunan veloces por obligación, en casa o en la estación camino del trabajo, los que lo tienen como un descanso laboral a media mañana, los adictos que lo consumen a cualquier hora de día, aquellos que lo usan como excusa para quedar con un amigo o la posibilidad de algo más, los que sólo lo toman para disfrutar de él de vez en cuando, los que lo quieren como siempre, los que buscan siempre una variedad nueva… Quizás haya tantos tipos de bebedores de café como bebedores de café hay.

Hablando matemáticamente, cuando este conjunto se mezcla con el siempre atractivo conjunto de clientes y baristas interesados por cuidar el medio ambiente, tenemos un segmento de mercado muy interesante. Y gracias a ellos nació en Australia en 2008 Keep Cup.

Sus creadores estaban profundamente preocupados por la cantidad de residuos que se generan en su cafetería. Vasos, sobrecitos, cucharillas... qué os voy a contar, ¿verdad, compañeros? Fue entonces cuando desarrollaron su idea, rebosante de beneficios, no solamente en el campo de la ecología o una amplia conciencia social. Keep Cup es una amplia gama de tazas de café personales. Es decir: no se usa la vajilla del bar, lo que será un ahorro por nuestra parte a medio plazo, o los terribles vasos desechables; la idea es que cada cliente tenga su taza que le llenan de café en su cafetería de confianza.




En realidad, esta idea no es nueva del todo; es ni más ni menos que lo que se ha hecho toda la vida en todas partes antes de que usar papel y plástico cada día y para todo resultara tan barato: se acudía al lechero cada uno con su recipiente para que se lo llenaran de leche, nata o mantequilla, o se devolvían los cascos del yogur en la tienda de ultramarinos cuando se consumía… o como hoy devolvemos nosotros en hostelería las botellas de refresco a nuestros proveedores, o como hacen en países como Alemania con el reciclaje de residuos, incluso a cambio de dinero para el ciudadano. Lo que viene siendo un uso responsable de los recursos.

Pues aquí es donde nos trae Keep Cup. Y pensando desde el principio, claro, en las propiedades específicas del café: adaptado al tamaño de las cafeteras, con su forma ergonómica y manteniendo el calor y las propiedades organolépticas como el producto se merece. Y, por supuesto, todo ello aderezado con diseños, tamaños, formas y colores atractivos que cada uno escoge a su gusto, de forma que se consigue que el cliente sienta ese café más suyo, que su experiencia sea más acogedora, más agradable, con el punto positivo de que además está cuidando del medio ambiente.

Una foto publicada por KeepCup (@keepcup) el

Como ya os he contado, en mi nueva aventura el café tiene una importancia vital, así que estoy explorando este universo. ¿Qué os parecen este tipo de iniciativas para un Café como Pouss? Cualquier idea o sugerencia que queráis hacerme será bienvenida.