Como sabéis, me encuentro embarcado en un proyecto nuevo e ilusionante. Como en cualquier aventura, hay mil tareas y subtareas que realizar y la única manera de llevarlas a cabo es, cómo no, de una en una. Hoy os cuento una decisión estratégica importante: cómo decidí qué vinos vender en un café y la importancia de confiar en nuestros proveedores.




Pouss Café Art & Drinks es, principalmente eso, un café. Pero es también mucho más, como ya iréis descubriendo.

Tenemos un amplio horario y, por lo tanto, diferenciamos nuestro servicio en diferentes franjas horarias en las que, obviamente, el consumo de nuestro clientes varía mucho de unas a otras.

Es decir, no sólo servimos cafés, ni mucho menos. Desayunos y meriendas son una parte fundamental de nuestro servicio, desde luego, pero gracias a nuestra ubicación privilegiada tenemos un flujo de clientes durante prácticamente toda la jornada. Tenemos, por tanto, una gran demanda de aperitivos y noches.

El vino: una nueva línea de negocio

En mi objetivo de potenciar al máximo las posibilidades de Pouss Café, quise buscar una oferta solvente de algo tan íntimo en nuestra cultura como el vino. Pero claro, ¿cómo satisfacer una demanda tan heterogénea como la nuestra con una inversión reducida –como siempre, ya sabéis– sin sacrificar calidad ni trastocar demasiado el funcionamiento y la idiosincrasia de Pouss Café?

Como siempre en la vida, lo mejor es fiarse de quien sabe. Y, aunque internet está lleno de amigos que están siempre dispuestos a ayudar y asesorar, preferí hacer las cosas con toda la profesionalidad y contar con la ayuda y el saber hacer de Loretta Fernández Ferrer, de Coto Pelayo.

Loretta Fernández presenta la nueva oferta de vinos de Pouss Café Arts & Drink
Imagen de Elena González de Sande

Le expuse mis necesidades: quería una oferta reducida pero seleccionada para estar preparado ante cualquier cliente que entre por mi puerta: jóvenes de paso, turistas con más o menos ganas de conocer los productos españoles, amigos que se reúnen después de mucho tiempo, público más adulto conocedor de vinos… Como veis, en Pouss Café no hay ocasión de aburrirse.

Mi intuición inicial me decía que quizás con cuatro referencias fuera suficiente: dos blancos y dos tintos y, de ellos, uno más “fácil” y otro más complejo, para poder acercarme desde apenas cuatro referencias a cualquier tipo de gusto y cliente. Al igual que os comenté hace tiempo sobre las ginebras, coleccionar referencias en nuestras cámaras a veces nos perjudica más de lo que nos ayuda. Loretta comprendió inmediatamente mis necesidades y estuvo de acuerdo con mi estrategia: cuatro vinos para complementar el resto de mi carta sería más que suficiente. Ya sólo faltaba que hiciese su magia.


La nueva oferta de vinos del Pouss Café Art & Drinks

Y no puedo estar más satisfecho con lo que me propuso.

Comenzamos con un vino blanco, verdejo de Rueda, llamado Nekora. Fresquito y sencillo, creo que es ideal para el público joven. En esta línea pero en tintos tenemos Delirio, de Granada y con uva Sirah. El tinto más complejo, yendo sobre seguro, es un Ribera del Duero: Viyuela, con diez meses de barrica. Buscando algo más especial y exigente en un blanco, mi idea inicial era buscar un Chardonay, pensando sobre todo en nuestro público internacional. Sin embargo, Loretta me sorprendió y me propuso algo que considero un auténtico hallazgo: se llama Pricum, de Tierra de León. Con una producción muy reducida no puedo hacer más que recomendaros que vengáis a probarlo: todo lo que os cuente es poco.

Los nuevos vinos de Pouss Café: Delirio, Nekora, Viyuela y Pricum
Imagen por Elena González de Sande

La importancia de confiar en los proveedores

La relación de confianza y complicidad se me hace imprescindible. Porque, como gestores de un negocio, es imposible que seamos especialistas en todo, por lo que se hace necesario confiar en el criterio de profesionales de cada campo. Como decían los argentinos Les Luthiers, “lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe”.

En el caso de Loretta Fernández, además del asesoramiento que me brindó se ocupó también de la formación a todo el personal del Pouss Café sobre todo lo relacionado con este nuevo horizonte en el negocio: el vino. Empleamos una mañana entre todos en enseñar al equipo desde lo más básico, como descorchar correctamente la botella, hasta hacer las recomendaciones apropiadas al cliente con las notas de cata de nuestros nuevos vinos.

Loretta Fernández enseña a Ana
Imagen por Elena González de Sande

Para mí es indiscutible la necesidad de confiar en los profesionales con los que cuento para sacar adelante un proyecto. ¿Acaso hay otra forma? Y más en algo tan fundamental en hostelería como el producto que sirvo a mis clientes. Porque, por mucho esfuerzo que se ponga en publicidad de todo tipo, por ejemplo, o en hacer una cartelería preciosa, nada de eso sirve si la materia prima no está a la altura. La propia Loretta nos contó durante esa mañana que somos más importantes de lo que pensamos: en nuestras sillas se desarrollan amistades, se comparten confidencias, se viven grandes momentos… y el vino está ahí, en su mesa, formando parte de esos pedazos de vida tan importantes.

¿Viviría un albañil en una casa si no se fiara de los ladrillos que se utilizaron? Pues en mi opinión, los bar managers estamos en la misma situación y, humildemente, os recomiendo que os olvidéis de haceros esta pregunta: ¿confío en el producto que vendo? ¿Confío en quien me lo vende a mí? Cada detalle, aunque sea como en mi caso, simplemente cuatro referencias de vino, necesita toda la atención y cuidado del mundo. Merece todo la pena, ¿o no?

De izquierda a derecha, Ana, Joplin, Loretta, Moisés y Julia
brindan por y con los nuevos vinos de Pouss Café Arts & Drinks
Imagen por Elena González de Sande