¿Qué nos hace elegir un cóctel u otro? ¿Nos regimos sólo por nuestros gustos, por sus ingredientes? Está claro que la imagen que proyectan influye en la decisión de nuestros clientes. ¿Cómo podemos los profesionales jugar con estas imágenes, estas proyecciones, a nuestro favor? Os propongo acudir a la que es sin duda, una fábrica de sueños: el cine y las series de televisión.

Alcohol y cine, una relación eterna

Efectivamente, el cine es una fuente de inspiración universal, tanto por los innumerables mundos que ha creado desde hace más de sus cien años de historia como por el universo mítico que rodea a los profesionales del cine en sí.

Personajes inmortales, icónicos, heroicos a los que todos nos querríamos parecer… o al menos sentirnos como ellos durante el tiempo que tardamos en tomarnos un trago. ¿No es un precio (relativamente) barato para poder sentirse así?


Mad Men y sus inseparables bebidas.
Sí, la publicidad es importante... pero no lo es todo.

El cine, y ahora también las series de televisión, son un escaparate formidable para cualquier producto. Y enormemente efectivo, algo de lo que las marcas son muy conscientes y, hasta donde yo sé, más efectivo que la propia publicidad… porque no tienen como función principal vendernos una bebida, o al menos no nos lo parece. Se trata de personajes que están haciendo sus cosas, teniendo sus aventuras, amorosas o salvando el mundo, que simplemente de vez en cuando echan un trago… y empatizamos con ese personaje, queremos ser como él o ella, tan divertido, tan valiente, tan ocurrente… y, de la misma manera que imitamos su peinado o repetimos sus chistes, transferimos todos esos valores a su bebida; quizás no podemos ser como ellos, pero sí podemos beber lo mismo que ellos, y eso nos hace estar más cerca.

Que nadie me entienda mal y que nadie vea rotas sus ilusiones por lo que acabo de decir. Es algo que hemos hecho todos, reconozcámoslo, que no hay nada de qué avergonzarse y aquí estamos entre amigos. Pero creo que en nuestra mano está, compañeros de profesión, ser conscientes de ello y aprovecharlo… y no me refiero solamente a sacar con ello un mayor beneficio económico, sino a ofrecerles a nuestros clientes una experiencia más satisfactoria.
Si Sugar (Marilyn Monroe) puede hacer un Manhattan en un tren en movimiento, dentro de una bolsa de
agua caliente y sin que (apenas) la pillen... nosotros también deberíamos poder.

Qué beben las estrellas

Imagino que muchas de las propuestas que os traigo hoy ya las conocéis, pero me parecen muy interesantes. Como veis, algunos de las bebidas se consumen dentro, en las películas y series, conviertiéndose en ocasiones en un rasgo más de los que configura su personaje... Porque ¿qué sería de James Bond sin su "Vodka Martini, agitado, no removido”? ¿Acaso el cliente que se pide un Vodka Martini puede evitar pensar en el agente secreto al servicio de su Majestad, en sus coches, sus gadgets y sus mujeres?
Hay campañas publicitarias buenas y muy buenas... pero que Sean Connery
haga suyo tu producto... no tiene precio.

El alcohol también aparece íntimamente relacionado con el otro mundo del cine, al otro lado de las cámaras. Los actores del Hollywood dorado se convierten en estrellas, en iconos en sí mismos. Sus estrafalarias vidas, sus excentricidades, sus fiestas se convierten en leyendas y, en ocasiones, ejemplos de mala vida y sordidez, pero incluso así, o quizás gracias a eso, en modelos de éxito y figuras deseadas. Ellas mismas inspiran cócteles de nueva creación de entonces como, según la leyenda, el Margarita en honor a Rita Hayworth. De acuerdo, puede que no tengamos una mansión con piscinas en Sunset Boulevard pero podemos beber champán (mucho mejor que colonia) y pasar la noche de nuestras vidas.

Rita Hayworth.
Un cóctel es lo mínimo que se puede hacer en su honor.

Quizás penséis que dicho así parece algo muy naive. Que todos somos mucho más racionales y a la hora de elegir un cóctel estamos leyendo la carta, o interesándonos por el destilado con el que nos lo sirven; que cómo va a tener tanta influencia la imagen que se tiene de una bebida, independientemente de factores objetivos y cuantificables, como sus ingredientes, por ejemplo … pero pensad otra vez. Si es cierto que las referencias que arrastra un cóctel no son tan importantes, preguntadle a cualquier cliente hombre y hetero que por qué no se pide un Cosmopolitan esta noche.

No quiero aturdir ahora con recetas que probablemente ya conozcáis. Así que aquí os dejo algunos cócteles míticos relacionados con el cine, una recopilación que hacían en ABC. Aquí otros inspirados en estrellas de cine gracias a Barman in Red. Y aquí otros de inspiración más reciente gracias a Schweppes.