En esta gran aventura que está siendo mi participación en la WorldClass2015 no ha quedado nada a la improvisación. La elección del destilado de mi cóctel no es menos. Por sus matices, su historia y tradición y mi propia vivencia personal, he decidido que el alcohol base para mi cóctel Le Coeur de Balzac sea Tequila Don Julio.
Tequila Don Julio
Tequila Don Julio


Igual que expuse las razones por las que el café formaba parte de mi vida y quise que estuviera en mi cóctel participante en la edición de este año de la Diageo World Class, os cuento ahora por qué el tequila.

Dentro de la familia de los destilados hay algunos que tienen unos ingredientes que aportan unas notas especiales que los hacen únicos. El tequila es sin duda uno de ellos; se trata de un destilado complejo que además refleja una cultura que, al igual que la mía (nacido en República Dominicana, afincado en Madrid), está influenciada por la expansión de la identidad española por el mundo que ha conseguido forjarse una auténtica leyenda a la que peregrinos de todo el mundo acuden con auténtica devoción para conocer en primera persona.

El lado humano y artesano del tequila

Llamadme romántico, pero me seduce el aporte del factor humano en un proceso semiartesanal como la elaboración de Don Julio. Desde el jimador hasta el destilador, El proceso de producción es: 1) cultivo del agave, 2) cosecha, 3) cocimiento o hidrólisis, 4) molienda, 5) fermentación y 6) destilación; este proceso generalmente se hace de forma artesanal y con los elementos y equipos tradicionales, todas ellas presenciales.

Otro elemento que a mi parecer influye mucho en la calidad de elaboración de un destilado: nada menos que el tiempo. Se tarda de siete a veinte años en cosechar una piña de las diferentes variedades que se utiliza en la producción de tequila; la más valorada es la webber azul. Este margen de tiempo permite jugar con los matices según hayan alcanzado el punto óptimo de maduración, la cantidad de factores externos que afectan en el proceso de maduración de la planta va desde la temperatura, humedad, geología…

Mezcal

La calidad más corriente, denominada mixto en lenguaje especializado (término que jamás encontraremos en la etiqueta), indica que debe destilarse a partir de un mínimo de 51%de pita y puede contener como máximo un 49% de otros azúcares. es donde toman importancia las palabras “100% agave azul” escritas en la botella. El Agave tequilana es monocárpico, florece sólo una vez en su vida y muere a continuación. La floración se produce después de una década.

El producto artesano, el mimo con el que se realiza cada parte del proceso, todas las manos implicadas durante tanto tiempo, el valor precioso de su materia prima… Es imposible no tener presente todo esto al estar frente a una botella de este espectavular producto y, por qué no decirlo, sentirse afortunado de formar parte de su historia.

El fuego del tequila

Ingrediente estrella en la producción de alcohol, unido a los destilados desde la noche de los tiempos, se utiliza directamente en la materia prima.

Las piñas de maguey se cuecen a altas temperaturas durante unos días en un horno de tierra donde absorben los sabores de la tierra, la madera y el humo. Ni que decir de cómo aumenta la concentración de azúcares, elemento muy a tener en cuenta en la fermentación.

Horno.

Denominación de Origen

No sólo de Rioja, Burdeos o Jabugo vive el hombre; sí, amigos, allá en el Nuevo Mundo tenemos también importantes Denominaciones de Origen que garantizan unos criterios de calidad de sus productos, entre ellos, el del tequila, el más noble de los hijos del aguardiente de agave.

El valor del tequila Don Julio

Los estrictos procesos de producción, el control ejercido desde la plantación hasta al producto final hace de Don Julio un tequila excepcional.

Es un destilado sabroso, denso en boca y gran intensidad aromática que impregna las papilas con su presencia, sin perder frescura, agave en su máxima expresión. Tiene notas dulces y vegetales que combinan con los aceites esenciales de la lima, y los matices especiados de la vainilla que infusiono durante doce horas, buscando armonizar aromas propios y añadidos.

Ésta es mi aportación al tequila Don Julio que utilizo en mi cóctel, como sabéis, en combinación a su vez con un café seleccionado específicamente para este trago.

Le Coeur de Balzac.
Cóctel y fotografía por Moisés Polanco

Sin más, sólo me queda emplazaros a que sigáis probando Le Coeur de Balzac. ¡Salud!